Cuando vas a cualquier restaurante asiático no te sirven sólo 1 plato, sino algunos de la columna A y otros de la columna B. Pues bien, aquí tienes 6 platos asiáticos que adornan la pantalla para el placer gastronómico de tu polla. Muñecas tailandesas, vietnamitas y otras asiáticas de la cuenca del Pacífico. Presta atención a la trepidante acción DP de la chica de portada, Katsumi.
Roxy Jezel es una puta mestiza de tailandesa e inglesa a la que le encanta recibir pollas de cualquier país de origen. Aquí recibe la enorme polla de Lexington Steele y te darás cuenta de que no se amilana en absoluto: cree que ha venido aquí a por una enorme polla negra, así que ¿para qué ponerse nerviosa?
Shai Lee se ha ganado a pulso el look de colegiala japonesa. Quizá sea porque una vez fue una colegiala japonesa. Aún llevaba su antiguo uniforme y nos alegró ver que aún le quedaba bastante bien, sobre todo las medias blancas hasta la rodilla.
Si no crees que las putas asiáticas son realmente sumisas por naturaleza, hazte con una como Jay Lodeeva y déjale caer un montón de semen en los ojos. A diferencia de la mayoría de las mujeres blancas, es muy poco probable que Jay y el resto de su pandilla de coños asiáticos se quejen.
Se casó hace poco, pero para su marido fue más un negocio que una ceremonia romántica. Cuando ella dijo que obedecería, él se refería también en un sentido empresarial. Ahora la alquila por el dinero de la hipoteca mientras él se queda en casa viendo el gran partido por televisión. Oye, ¡es un gran trabajo si puedes conseguirlo!
No hace falta que ajustes tu monitor; ¡las nalgas de Deja Chan son realmente así de rojas, joder! Como sabes, el rojo es un color que significa suerte y buena fortuna en la comunidad oriental. Manuel Ferrara debía de saberlo cuando decidió azotarle el culo hasta convertirlo en lo más afortunado que jamás hayas visto.
Katsumi se ha convertido en una de las pocas putas de alto nivel que han conseguido superar los límites raciales. Quizá el mayor cumplido que se le puede hacer es que ahora se la considera sólo una puta y no una puta asiática. Pensándolo bien, ¡el mayor cumplido que puedes hacerle son dos cremosas tandas de mantequilla de bola en su boca!
Las señoritas dragón asiáticas acechan la zona de bastidores de esta casa en busca de algo que follar. Estas putas no se conforman con guardar su talento para cuando la cámara está rodando: ¡son putas para llevar las 24 horas del día!