Las tetas postizas son como cualquier otra moda, entran y salen de la popularidad. Actualmente parece que hay más mujeres que se resienten de ellas y más tíos que buscan tetas naturales que antes. Lluvia ácida ha aprovechado esta oportunidad para proporcionarte los cuerpos totalmente naturales que tu polla ansiaba.
Cuando alguien le dice a Sandra Romain que sonría para la cámara, suele hacer un esfuerzo poco entusiasta, pues sabe que su cara nunca va a captar la imaginación de quienes la miran. Sin embargo, cuando alguien le dice que abra el culo para que pueda introducir dos consoladores falsos en su esfínter natural, sus oídos se agudizan y hace el puto trabajo.
Las putas del Pacífico Sur son mucho menos propensas a operarse el cuerpo, ya que han crecido con médicos que no son ni de lejos tan expertos como sus homólogos occidentales... tienen un miedo muy saludable a que la cirugía estética salga mal. Afortunadamente, eso también las hace perfectas para el negocio del porno.
No sólo cada pieza y parte del cuerpo de Victoria Sin es completamente natural, también lo es todo el lubricante, la baba y el aceite de pescado que sale de su coño para facilitar que la polla de su hombre entre en ella. Es una chica estupenda para ir de acampada, porque puedes meterle el culo sin tener que meter lubricante en tu bolsa de provisiones.
Muchas chicas intentan hacer trampas cuando las pones boca arriba y tienes ganas de follarles el culo, gimotean y se quejan mientras mantienen las piernas separadas sólo un 40% para poder fingir la tensión que dicen que les causa tu polla. Haley Paige se abre completamente de espaldas y demuestra que tu polla cabe donde quieras meterla.
Es posible que aún no hayas visto mucho de esta rubia de piernas largas, pero después de esta escena seguro que querrás ver mucho mejor toda su obra. Las caras que pone mientras este tío le cava el culo serían perfectas para un póster en tu pared.
Las dos únicas cosas antinaturales de toda esta película fueron los consoladores que Sandra Romain utilizó para aumentar el arado del culo que recibió en el primer clip. Si los productores hubieran contratado a más hombres y hubieran dejado esas fotos falsas en el camerino, esta película habría sido casi perfecta.